10.7.13

El cine según Hitchcock...y Truffaut

Hace mucho que no posteo, y para compensarlo he preparado una entrada más elaborada. Analizo la relación de dos grandes cineastas. Espero que os guste.



François Truffaut (1932) empezó en el mundo del cine como crítico en Cahiers du Cinema. Pasaron unos años, fue en la década de los 50, hasta que Truffaut y parte de los escritores de la revista Cahiers decidieran enrolarse en la dirección cinematográfica creando un nuevo estilo que se denominaría: nouvelle vague. Truffaut fue uno de los más aclamados directores del nuevo estilo con títulos como: “Los cuatrocientos golpes”, “Jules y Jim”, “Farenheit 451” o “La noche americana”.

En los años cincuenta y sesenta Hitchcock gozaba de éxito por parte del público, y además, para los cineastas de la nouvelle vague era un referente, pero la crítica consideraba sus películas carentes de sustancia. No fue hasta el final de su carrera cuando se le otorgó a Hitchcock el valor que se merecía por parte de la crítica. Es por ello y debido a la admiración que sentía por él, que a comienzos de los años 60, Truffaut siente la necesidad de situarlo en el lugar que le correspondía.

Dice el director Ferrand, o lo que es lo mismo Truffaut, en “La noche americana” que un director de cine es “una persona a quien constantemente le están haciendo preguntas”. Quizá para confirmar a la crítica que Hitchcock era merecedor del título de director decidió entrevistarlo. El resultado de esa entrevista dio lugar a: “El cine según Hitchcock”, o el hitchbook como Truffaut lo llamaba, un homenaje a Hitchcock, y por extensión al cine.

Para la elaboración del libro, Truffaut preparó un cuestionario de 500 preguntas organizadas de forma cronológica y centradas en la carrera de Hitchcock de las que surgieron más de 50 horas de diálogo. La entrevista se inició en 1962, cuando Hitchcock se encontraba en pleno rodaje de “Los Pájaros”, en los estudios Universal. Para llevar a cabo el proyecto, Truffaut necesitó de la ayuda de Helen Scott, que trabajaba en la French Film Office de Nueva York, conocedora del argot fílmico en inglés y francés, y que hacía las veces de traductora.

En esas más de 50 horas de conversación se puede conocer algo más del cine, carácter y personalidad de Hitchcock. Se puede saber de sus aciertos y equívocos cinematográficos, de los rodajes, actores y producción o de la adaptación literaria de guiones.


Son varios los momentos en el libro en que Hitchcock hace referencia al suspense. Hitchcock fue apodado "el maestro del suspense", por su capacidad de crear tensión en el espectador de una forma hasta entonces no empleada en el cine. Truffaut aprovecha para indagar sobre el modo de hacer del cineasta consiguiendo las siguientes declaraciones del director inglés: “es el medio más poderoso de mantener la atención del espectador, ya sea el suspense de situación o el que incita al espectador a preguntarse: -¿Y ahora qué sucederá? (...) en la forma corriente de suspense, es indispensable que el público esté perfectamente informado de los elementos en presencia. (…) Se trata de dar al público una información que los personajes de la historia no conocen todavía; gracias a este principio el público sabe más que los protagonistas y puede plantearse con más intensidad la pregunta: -¿Cómo podrá resolverse la situación?

Para los que queráis escuchar parte de la entrevista, es una gozada :)


También, a través de la entrevista conocemos que fue un niño muy observador y miedoso y cómo fueron sus inicios en el mundo del cine. Hitchcock estudió ingeniería, pero al no satisfacerle el oficio, lo simultaneó con estudios de arte. Su primer trabajo cinematográfico fue para una sucursal de la Paramount en Londres ilustrando los títulos de los interludios de las películas mudas. Una vez en la productora consiguió ascender a ayudante de dirección, pero no fue hasta 1925 cuando consiguió dirigir una película: "The Pleasure Garden".

Para Truffaut es precisamente su conocimiento adquirido sobre el medio en sus trabajos anteriores -dibujante, script, ayudante de producción- lo que lo convirtió, en un director más completo: “a todo lo largo de su carrera, Alfred Hitchcock ha experimentado la necesidad de protegerse de los actores, de los productores, de los técnicos, porque el más pequeño fallo o el menor capricho de cualquiera de ellos podía comprometer la integridad del film. Para Hitchcock la mejor manera de protegerse era la de llegar a ser el director con el que sueñan ser dirigidas todas las estrellas, la de convertirse en su propio productor, la de aprender más sobre la técnica que los mismos técnicos... ”. El mismo Hitchcock, creía que para acometer la labor de director es necesario conocer distintas disciplinas. Cuando Truffaut le pregunta acerca de la enseñanza universitaria de cine, Hitchcock contesta: “a condición de que se enseñe el cine desde Méliès, que se enseñe a hacer películas mudas, pues no hay mejor ejercicio. A menudo el sonoro solo ha servido para introducir el teatro en los estudios. El peligro es que tanto los jóvenes como los menos jóvenes, con frecuencia se creen que se puede ser director sin saber dibujar un decorado o hacer un montaje”.

Hitchcock, debido a su afán perfeccionista sentía el deseo de controlar casi al completo sus películas, sin embargo, el proceso de rodaje es una tarea colectiva que debe ser desarrollada por un equipo plural. Truffaut era consciente de ello y quizá en parte por eso, once años después del inicio de la entrevista a Hitchcock, decide rodar “La noche americana”.

Ya en la primera secuencia de “La noche americana” vemos como la elaboración de una película es un ejercicio de conjunto, planificación, ensayo y repetición. Del mismo modo desde el inicio se presentan claramente los roles de cada uno de los trabajadores: productor, script, ayudante de dirección, actor, director… La película abre con un plano secuencia al aire libre con varios elementos y personajes en escena. Tras pocos segundos, lo que en un primer momento parece una película al uso se convierte en una obra de metacine, cuando al grito de: - “¡Corten!” del director y a la apertura de plano de la cámara, descubrimos que estamos en un rodaje lleno de extras, grúas y focos. Es una película sobre el rodaje de una película, y del mismo modo que “El cine según Hitchcock” un homenaje al séptimo arte.


Truffaut, que interpreta al director de la película: Ferrand, nos va adentrando en el rodaje de “Os presento a Pamela” y en las complicaciones que en éste se van ocasionando. Continuamente el equipo debe afrontar los distintos problemas que se van presentando durante el rodaje que van generando la propia trama de “La noche americana”.

De entre las distintas vicisitudes del rodaje destacan la incapacidad de Severine (que hace el papel de madre) para memorizar su papel, la muerte de Alexander a pocas escenas de acabar el rodaje, el embarazo de una actriz, así como infidelidades y distintos problemas personales en el equipo… Destaca por ejemplo la forma de resolver una escena en la que deben conseguir que en un plano secuencia un gato beba un cuenco de leche Las referencias al mundo cinematográfico son continuas. El propio título alude a un término técnico usado para rodar como si fuera de noche en pleno día, además, el film está dedicado a las actrices de cine mudo Lillian y Dorothy Gish. Otro guiño destacable es el momento en que el director Ferrand recibe unos libros que ha pedido como consulta (entre esta bibliografía se pueden ver títulos de Buñuel, Lubitsch, Godard, Hitchcock, Hawks, Bresson y Dreyer) así como el sueño recurrente de Ferrand, en el que de niño robaba fotografías de "Ciudadano Kane" en un cine.

Con “La noche americana”, Truffaut permite que veamos aquello que hay detrás de una película y nos deja colarnos en cada uno de los procesos y relaciones fílmicas.


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