Hay etapas en las que parece que nuestro futuro dependa de una decisión y en las que no vale dejarse llevar.
Continuamente elegimos una de entre las mil opciones que se quedan en el cajón mirándonos amargamente. La mayoría de las veces no somos conscientes de ello y si lo somos ni nos importa.
Sin embargo, ante tal coyuntura nos percatamos de la dificultad del que diariamente suele parecer un acto reflejo.
Es en ese momento cuando nos observamos paralizados como un niño ante el escaparate de una pastelería incapaz de decir que no a una sola opción.
Fotografía "wasabi sushi&bento" Londres 2009 (click to see in black and white)
6 comentarios:
Yo siempre pienso que uno debe dejarse llevar por su primer impulso, porque esa es tu esencia.
Saludos :)
Muchas veces el problema de elegir entre dos cosas no es la elección, es lo que tardas en convencerte a ti mismo de que no te equivocas al elegir eso...
El futuro no es una decisión, es un cúmulo de errores.
Un placer volver a leerte.
La marcha atras no es solo una practica sexual.
En la vida hay derecho retroactivo.
O eso espero.
kisses, ya nos contaras lo de Londres.
Ayyy!!! a mi me encanta pararme en los escaparates!!!
pronto estará en casa tu ilustrción!!!
ya has vuelto del viaje???
Muuuuaks
Me han encantado los comentarios, la verdad que no se cual es mejor ¿y ahora con cúal me quedo? :)
Decisiones, decisiones, decisiones... odio las decisiones, prefiero dejarme llevar aunque siempre acabe en errores. Como han dicho por ahí arriba, el futuro es un cúmulo de errores.
Y una vez más, me encanta tu blog :)
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