11.3.11

Historias para no dormir: El Alma de Kokoschka.



En 1912 Oskar Kokoschka encontró a Alma Mahler. Durante los tres años de tormentosa relación, el artista vienés dibujo y pintó continuamente Alma, quizá en un intento de atraparla. Tal era su obsesión por ella que llegó a situarla a su lado en los autorretratos consciente de que sin ella él no estaría completo.
Tras la ruptura amorosa, Kokoschka buscó llenar el vacío que le producía la pérdida de su otra mitad. En 1918 el artista encargó un réplica exacta de Alma a una creadora de muñecas de Munich: Hermine Moos. La idea de volver a tener a Alma no lo dejaba vivir, y durante cerca de un año, el artista vienés no dejó de enviar cartas y dibujos, incluso de tamaño real, a Hermine en los que detallaba minuciosamente las características que debía tener la muñeca y los materiales que debía emplear para que fuese lo más real posible: 

Ayer envié un dibujo a tamaño real de mi amada y le pido que lo copie con el máximo cuidado y lo transforme en realidad. Preste especial atención a las dimensiones de la cabeza y el cuello, al pecho y las extremidades. Y tómese en serio los contornos del cuerpo, por ejemplo la línea del cuello a la espalda, o la curva del vientre. Por favor permita a mi sentido del tacto disfrutar de los lugares donde capas de grasa o músculo dan lugar a una sinuosa cubierta de piel. Para la primera capa (dentro), por favor use, pelo de caballo fino y rizado; debe comprar un viejo sofá o algo similar y tener el pelo desinfectado. Entonces, sobre esa, una capa de cojines rellenos con lana para las posaderas y pechos. El objeto de todo esto para mí es una experiencia que debo ser capaz de abrazar. En diciembre Kokoschka pidió ansiosamente a Hermine Moos: "¿Puede abrir la boca? ¿Hay dientes y lengua? Espero que sí!" (Texto original tomado de aquí.)
La artista Hermine Moos con la muñeca de Alma.
A principios de 1919 Kokoschaka recibió a la Alma inanimada, una muñeca que no podía llenar su vacío ni satisfacer sus deseos sexuales. Pero a pesar de la decepción, Kokoschaka trató a la doble de Alma como si fuera ella, vestía a la muñeca en las mejores tiendas de París y a pesar de que él lo negaba sus criados decían que en varias ocasiones llevó a la muñeca a la ópera.

+ y + fotos de la muñeca. Dan miedito, lo se. 


4 comentarios:

Mia Buron dijo...

Si no has visto Lars y una chica de verdad, deberías hacerlo ahora xD

Anónimo dijo...

es lo que tienen los artistas, que se obsesionan con cualquier cosa

Anónimo dijo...

es lo que tienen los artistas, que se obsesionan con cualquier cosilla de nada

DoggyBob dijo...

Joder, "miedito" es poco.

Muy interesante la entrada.

Un saludo.

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